El frío ya está aquí, y a mi cuerpo no le gusta

Llega el otoño y con ello la caída de las hojas, las tormentas imprevistas y, cómo no, el frío. Y junto al frío vienen acompañados ciertos dolores o molestias que con temperaturas más cálidas no suelen aparecer. El frío y la humedad hacen que los músculos se queden más entumecidos, lo que puede provocar más dolencias o incluso contracturas en la musculatura.

Si eres de los que predice la próxima borrasca, este artículo te interesa.

Lo que tenemos que tener en cuenta es que el frío puede afectar a las articulaciones, ya que al sentir nuestro cuerpo ese frío provoca una disminución del gasto cardíaco y ello frena la circulación de la sangre. Esto, en cadena, aumenta la tensión muscular y capsular y es cuando percibimos ciertos dolores en caderas, rodillas, columna, manos, pies e incluso hombros.

Las bajas temperaturas afectan también la elasticidad de ligamentos y tendones, cosa que puede llegar a generar una presión adicional en las articulaciones y por tanto causar dolor.

Si es tu caso, antes de alarmarte te recomendamos que:

  • Sigas cuidándote como siempre.
  • Siembre vayas abrigad@.
  • Evita cambios de temperatura bruscos y cambios de postura rápidos.
  • Aplica calor a las zonas que te molesten, que no sea muy intenso y de corta duración.
  • Haz ejercicio diario.
  • Hidrátate bien.

Y si aun así tienes dudas, puedes consultarnos sin problema. Estamos encantados de atenderte.

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