Diferencias entre terapia invasiva y terapia no invasiva.

En el campo de la fisioterapia y la rehabilitación, existen distintas técnicas terapéuticas que se utilizan en función del tipo de lesión, el estado del paciente y los objetivos del tratamiento.

Una de las clasificaciones más relevantes es la que distingue entre terapia invasiva y terapia no invasiva. Ambas tienen aplicaciones muy útiles, pero es fundamental conocer en qué se diferencian para elegir el enfoque más adecuado en cada caso.

¿QUÉ ES UNA TERAPIA INVASIVA?

La terapia invasiva implica la aplicación de técnicas que penetran la piel o los tejidos del cuerpo. Aunque no se trata de cirugía, estas terapias requieren una intervención directa sobre las estructuras afectadas mediante el uso de agujas u otros dispositivos.

Algunos ejemplos de terapias invasivas serían:

 

  • Punción seca: Se utiliza para tratar puntos gatillo miofasciales con agujas muy finas, sin inyectar sustancias.
  • Electrólisis percutánea (EPI): Consiste en la aplicación de corriente galvánica a través de una aguja para regenerar tejidos blandos lesionados, como tendones o fascias.
  • Neuromodulación percutánea: Estimula nervios periféricos mediante agujas guiadas con corriente eléctrica para modificar la respuesta del sistema nervioso.
  • Mesoterapia o infiltraciones médicas: Aunque más propias del ámbito médico, también se consideran técnicas invasivas.

 

Beneficios de la terapia invasiva.

Alta precisión en el tratamiento del tejido afectado.

Mejores resultados en lesiones crónicas o resistentes a otros tratamientos.

Estimulación profunda para regenerar tejidos y aliviar el dolor.

Es súper importante saber que este tipo de terapias, deben ser realizadas por profesionales altamente cualificados y requieren una correcta higiene y esterilidad para evitar infecciones.

¿QUÉ ES UNA TERAPIA NO INVASIVA?

La terapia no invasiva incluye todas aquellas técnicas que no requieren penetración en la piel ni manipulación directa de los tejidos internos. Son tratamientos seguros, cómodos y muy eficaces en muchas patologías musculoesqueléticas.

Veamos algunos ejemplos de terapias no invasivas:

 

  • Terapia manual: Técnicas de movilización, masaje, estiramientos y manipulaciones articulares.
  • Electroterapia superficial: Aplicación de corrientes (TENS, microcorrientes, etc.) a través de electrodos en la piel.
  • Magnetoterapia: Uso de campos magnéticos para reducir la inflamación y el dolor.
  • Ultrasonidos terapéuticos: Ondas sonoras de alta frecuencia para tratar tejidos profundos sin penetración.
  • Ejercicio terapéutico: Programas de ejercicios específicos para recuperar fuerza, movilidad y estabilidad.
  • Vendajes funcionales o kinesiotaping: Soporte externo para proteger o facilitar el movimiento.

 

Beneficios de la terapia no invasiva.

Sin molestias ni riesgos de infección.

Ideal para pacientes con miedo a las agujas o con lesiones leves.

Complementaria a otras técnicas más específicas.

 

A pesar de los beneficios que la terapia no invasiva nos proporciona, debemos tener en cuenta que, muchas veces, como bien acabamos de comentar, se trata de técnicas que necesitan complementarse con otros tratamientos más específicos. De lo contrario, puede requerir más sesiones para alcanzar los mismos resultados que una terapia invasiva. En casos crónicos o muy localizados, puede no ser suficiente por sí sola.

 

¿QUÉ TIPO DE TERAPIA ES MEJOR?

Llegados a este punto, seguro que os lo estáis preguntando; en verdad, no hay una respuesta única. La elección entre terapia invasiva o no invasiva dependerá de varios factores:

  • Tipo de lesión y su localización.
  • Fase de la lesión (aguda, subaguda o crónica).
  • Sensibilidad del paciente o su tolerancia a las agujas.
  • Objetivos del tratamiento y tiempos de recuperación esperados.

 

 

En NeuroSport Ávila, antes de proceder a aplicar cualquier tipo de terapia, realizamos una valoración completa y personalizada para decidir cuál es el tratamiento más adecuado para ti. En muchos casos, ambas terapias pueden combinarse para potenciar los resultados y lograr una recuperación más rápida y duradera.

Tanto la terapia invasiva como la no invasiva, son herramientas efectivas dentro del abordaje fisioterapéutico. La clave está en adaptar el tratamiento a las necesidades de cada paciente, buscando siempre el equilibrio entre eficacia, comodidad y seguridad.

Abrir chat
1
¿Necesitas ayuda?
Hola 👋
Podemos solucionarte cualquier duda que tengas al momento.