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Si te han diagnosticado artritis seguro que tienes a muchos médicos y enfermeros ayudándote en todo el proceso, pero hay otros profesionales médicos que podrán acompañarte como terapeutas ocupacionales, psicólogos y fisioterapeutas con un impacto muy positivo en tu problema.

Si no te lo habías planteado, seguro que al terminar de leer nuestro artículo te encontrarás con más razones para incluir a un fisio en tu proceso.

El objetivo de los tratamientos fisioterapéuticos en cuanto a la artritis es el fortalecimiento progresivo, para moverse mejor y mucho más.

La cirugía no lo es todo, dependiendo del nivel de artritis y tu caso, pero es imprescindible que el fisio haga rehabilitación dedicada para ello.

El fisio puede proporcionarte herramientas para enfrentarte a estos dolores, ejercicios, actividades, etc. Esto te ayudará a calmar el dolor y sentirte mejor.

También el fisio puede explicarte cómo funcionan tus articulaciones y así poder comprometerte mejor con todo lo que te ocurre. Así podrás detectar tus puntos débiles y, tras sus consejos, poder los dos formar un equipo mejor para tu tratamiento.

El movimiento y ejercicio, como parte de tu tratamiento. Aunque sea lo que menos te apetece cuando sientes dolor, mover las articulaciones es esencial para hacerlas más flexibles. Puedes usar una bicicleta elíptica, hacer natación, pilates, yoga, tai chi o algún ejercicio de bajo impacto, acompañado de los tratamientos fisioterapéuticos, te ayudará a sentirte mejor. El movimiento es lo mejor que puedes hacer por ellas, por tus articulaciones, incluidas las más pequeñas, como las manos y los pies.

El tiempo es esencial para este tipo de enfermedades, cuánto más caso hagas a los médicos y en este caso al fisioterapeuta con todo lo que hemos mencionado antes: objetivos claros, rehabilitación, herramientas, comprensión, movimiento… ¡mejor!