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Casi todas las personas que se mantienen activas físicamente se encuentran con tramos de tiempo en los que cambia su disponibilidad o la situación en general. Durante estos fragmentos de tiempo el objetivo de los entrenamientos debería ser mantener el rendimiento físico que se tiene. Nos deberíamos “olvidar” de mejorar el rendimiento en esos períodos de tiempo.

Este mantenimiento puede ser también adecuado para ciertos tipos de personas como por ejemplo atletas fuera de temporada, personal militar en época de despliegue o incluso en los períodos vacacionales de personas con mucho estrés o ansiedad.

Muchos son los estudios realizados sobre la “dosis mínima” de ejercicio que se debe realizar para mantener el rendimiento físico, y casi todos coinciden en que la intensidad es la clave para mantener dicho rendimiento. A pesar de las reducciones de frecuencia y volumen de ejercicio, la intensidad es la variable que hará que consigas mantener tu fuerza y resistencia.

En nuestra clínica vemos muchas lesiones por el abuso de la intensidad en periodos en los que se tiene menos tiempo o hay más estrés, por ello, debes controlar mucho la intensidad de tus entrenamientos para no provocar ninguna lesión que pueda hacerte retroceder en la carrera física en la que estás trabajando.

Y tú, ¿qué haces en periodos de mantenimiento? ¿Sigues con las mismas repeticiones, duración, frecuencia e intensidad? ¡Cuéntanos en comentarios!